Meredith, asistente del Condado de Orange, siempre soñó con una vida mejor para ella y sus tres hijas. En 2018, ella y su pareja compraron una casa juntos, pero lo que comenzó como un capítulo esperanzador rápidamente se volvió oscuro. El abuso verbal escaló a enfrentamientos físicos, y los celos de su pareja se volvieron invasivos, lo que lo llevó a rastrear los movimientos de Meredith a través de rastreadores y airtags en secreto.
Meredith se sentía atrapada y su único lugar seguro y tranquilo era el garaje, donde escapaba de la agitación interior. El ambiente se volvió insoportable, ya que se enfrentaba a diario a la humillación y el miedo, y a menudo tenía que dejar el trabajo para proteger a sus hijas de la ira de su pareja. Desesperada por cambiar, encontró apoyo en el Centro de Justicia Familiar de Santa Ana, donde se puso en contacto con Human Options.
Con la ayuda de un abogado, Meredith empezó a imaginar una vida libre de abusos. Juntas planificaron su seguridad y, cuando se dio cuenta de que el peligro que corrían sus hijas seguía aumentando, dio un paso valiente: acudió a nuestro centro de acogida de emergencia. Al entrar en el refugio, Meredith asistió a una Clínica de Derecho de Familia, donde obtuvo asesoramiento jurídico esencial que la capacitó para defender su seguridad y la de su hija.
Con el tiempo, Meredith transformó su desesperación en fortaleza. Obtuvo una orden de alejamiento permanente y la custodia completa de sus hijas y, con una nueva determinación, inició el proceso de divorcio. Ya no estaba abrumada por las lágrimas, sino que se había convertido en una firme defensora de sí misma y de su familia. Hoy, Meredith es una madre soltera dedicada, que compagina el trabajo con las actividades extraescolares de sus hijas y participa activamente en programas de curación.