Mia llevaba un año separada de sus hijos, que antes vivían en el Hogar Infantil Orangewood, debido a la extrema violencia que ejercía su padre en el hogar. Mia sabía que para recuperar a sus hijos tenía que dejar a su padre. Al entrar en nuestro refugio de emergencia, Mia había estado trabajando para reunirse con sus cuatro hijos, Mila, Derrick, Jayden y Austin. Cuando los niños llegaron por fin a nuestro refugio, todos estaban desregulados, tenían baja autoestima y les costaba expresar sus necesidades. También había peleas y tensiones constantes entre los hermanos. Sin embargo, Mia ha sido capaz de proporcionar estabilidad y apoyo emocional a sus hijos durante su estancia en Human Options. Sus hijos han mejorado a la hora de pedir espacio, expresar sus emociones y autorregularse cuando se sienten molestos. Programa de los niños han notado que se han convertido en más confianza en sí mismos y son capaces de perseverar en lugar de darse por vencido cuando una actividad es demasiado difícil. Además, han verbalizado constantemente al personal lo felices que son de estar en Segundo Paso y han aprendido a demostrar compasión por los demás compartiendo juguetes, ayudándose mutuamente con las tareas y animando a sus hermanos cuando se sienten tristes.
Además, los hijos de Mia en edad escolar, Mila y Derrick, están destacando en sus estudios académicos. Mila fue elegida alumna del mes en su clase y Derrick trabajó duro todos los días en el colegio para asegurarse de que su proyecto estuviera listo a tiempo para exponerlo en la noche de vuelta al cole. Cuando la familia de Mia asistió al acto, Derrick mostró con orgullo su trabajo y recibió comentarios positivos tanto de su profesora como de sus compañeros.
"Nunca pensé que volvería a ver sonreír a mis hijos, pero ahora tengo esperanza y sé que estaremos bien". - Mia, superviviente y madre