Cuando los tres hijos de Joelle llegaron por primera vez al centro de acogida, les disgustaba mucho la idea de cambiar de colegio hasta que todo fuera seguro y no hubiera violencia. Cuando empezaron a ir a su nueva escuela, los tres niños tuvieron muchas ausencias y les costó la transición, especialmente a su hijo mayor, Josh. Con el tiempo, los otros hermanos de Josh empezaron a disfrutar de sus nuevas escuelas y a hacer nuevos amigos. Sin embargo, muchas veces, Joelle tenía que recoger a Josh del colegio porque no se sentía bien emocionalmente y no quería sentarse en clase. A Josh le costaba concentrarse en la escuela y estar presente. Le costaba hacer amigos y estaba muy desconectado de sus compañeros y profesores. Agachaba la cabeza y no hablaba con nadie. Debido a las múltiples ausencias y a las recogidas tempranas, la escuela propuso el aprendizaje virtual para Josh.
Joelle sabía que Josh necesitaba apoyo y tiempo para adaptarse a todos los cambios que había experimentado recientemente: huir de una situación violenta con su madre y sus hermanos, ir a un centro de acogida y ahora asistir a una nueva escuela y dejar atrás a sus amigos. Joelle propuso a Josh la idea de quedarse en el centro de acogida y completar sus estudios a través del aprendizaje virtual debido a las dificultades que estaba experimentando en la escuela. Josh sabía que el aprendizaje virtual no era para él y que le haría sentirse aún más solo de lo que ya estaba. Después de contárselo a su madre, Josh tuvo capacidad de reacción y supo que tenía que cambiar su comportamiento y su perspectiva con su nueva escuela, porque si no se sentiría peor y más solo con el aprendizaje virtual. Le dijo a su madre: "Dame una semana más. Intentaré hacerlo mejor". Confiando en su hijo y conociendo su fortaleza y resistencia, Joelle aceptó que volviera una semana más al colegio antes de considerar la opción del aprendizaje virtual.
Al cabo de una semana, Josh empezó a relacionarse con los demás niños de su clase y sus profesores se dieron cuenta enseguida de que estaba más atento y participaba más en clase. A través de nuestro Programa Infantil y otros niveles de apoyo, Josh empezó a sentirse mejor al ir a su nuevo colegio y feliz por algunos de los nuevos amigos que empezó a hacer. Su estado de ánimo había mejorado drásticamente desde la primera vez que llegó al centro de acogida y Joelle se dio cuenta de que ya no tenía que ir a recogerlo al colegio antes de tiempo porque no se encontraba bien. Josh empezó a relacionarse y a jugar con los otros niños del centro y a recuperar la sonrisa.
"He hecho nuevos amigos y me gustan mis profesores. Me siento feliz y me gusta ir a mi nueva escuela".
- Josh, Niño, Superviviente